En el mundo de la tecnología
de la impresión, ámbito de actuación de nuestro centro de fotocopias en color en Algeciras,
se han dado pasos de gigante en los últimos años.
Sin embargo, la tecnología láser, que data de la década de los años ’70 del siglo
XX, sigue teniendo múltiples aplicaciones.
El tóner sigue siendo el
elemento más importante en un sistema que bebe de la xerografía y las
fotocopiadoras. El dispositivo de impresión consta
de un tambor fotoconductor unido a un depósito de tóner y un haz láser modulado
y proyectado a través de un disco hacia el tambor fotoconductor. Las zonas de
este tambor que reciben el impacto de la luz quedan ionizadas y después, al
pasar por el depósito del tóner, atraer el polvo ionizado que contiene. El paso
final que hace una impresora láser es fijar la tinta al papel mediante una
presión y calor simultáneamente.
Más adelante, la tecnología
del fusor instantáneo permitiría una mayor velocidad de impresión y economizar
en el consumo eléctrico, algo que nos ha facilitado el trabajo en El Rapidillo S.L. Sin embargo, el futuro en este campo pasa por las
impresoras 3D. Un sistema capaz de crear piezas o maquetas con volumen a partir
de un diseño hecho por ordenador.
En un principio, esta tecnología se empleó en
sectores como la arquitectura y el diseño industrial. En nuestro centro de fotocopias en color de Algeciras notamos que su uso se está
extendiendo, por ejemplo, hacia la fabricación de prótesis médicas. De hecho,
la impresión 3D permite adaptar cada pieza a las características y fisonomía
exactas de cada paciente. Estas impresoras de última generación normalmente
usan polímeros para imprimir aunque poco a poco están empezando a dejarse ver
dispositivos que incluso sirven para crear comida.
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